Su personal puede preguntarse... "¿De verdad es tan importante lavarse las manos?".
La respuesta es, sin lugar a dudas, ¡SI!
Lavarse las manos con agua tibia y jabón es la mejor forma de prevenir la transmisión de enfermedades. Cuando vas al baño, aunque creas que no has tocado nada, es muy probable que tus manos hayan entrado en contacto con bacterias nocivas. Estas bacterias pueden enfermar gravemente a tus compañeros de trabajo y a los clientes, especialmente a las personas mayores e inmunodeprimidas.
Es necesario lavarse después de manipular cualquier alimento crudo, tocarse la cara, el pelo o el cuerpo, estornudar o toser, después de comer o beber, de sacar la basura o de tocar cualquier cosa que pueda contaminar las manos (por ejemplo, trapos sucios, el palo de una fregona o de una escoba). Después de lavarte, no te limpies nunca las manos en el delantal.
Piensa... lávate las manos... lávate las manos... aunque no lo creas, podrías salvar una vida.